SOLOFRA EN BREVE
Solofra està situada en un Valle
de los Montes Picentini, abierta en la llanura di Montoro-S. Severino que hace de
conexiòn entre la cuenca de los rìos del Irno y del Sarno, y son un nudo
importante y vitàl de la llanura Campana. La ciudad ha sido favorita en su
historia y en su economìa, por esta particularidad.
Su
territorio fuè sede de una avanzada "sannita", sobre la via de
comunicaciòn entre el Valle Sabato y el Valle Irno y de la instalaciòn de la Colonia
romana de Abellium. Con las invasiones, sus barrancos al
pie de las montañas acogieron dos fortalezas (o defensas) medievales,
protegidas por la Parroquia ruràl de S. Angelo y S. Maria, que fuè
un importante lugar de fuerza y uniòn en la formaciòn de la identidad popular. Esto agravò las actividades Solofranas
hacia Salerno del cual dependìa y del cual el territorio fuè tributario.
Ocupada
por los Longobardi, fue absorbida por el Ducato de Benevento y formò parte del
"gastaldato di Rota" (S. Severino). En èsta època el Valle estaba
dividido en dos entidades territoriales: el locum Solofre y el de Santa Agata.
En
el perìodo normano-svevo, Solofra se convirtiò en "vico" y formò
primero: parte del condado de Rota y despuès del feudo de los Tricarico, con
los cuales alcanzò la autonomìa territoriàl y administraciòn (S. XIII),
convirtièndose en fuedo de Giordano Tricarico. Despuès fue asignada por su
hermano, Giacomo, como dote a la hija Giordana, esposa de Advino Filangieri de
Candida. Los Filangieri favorecieron el lazo con la realidad artesano-mercantìl
de Salerno y construyeron en el centro mercantìl de Solofra, la platea pùblica,
el convento de los Agostiniani (segunda mitàd del S. XIV).
Despuès
de la extinciòn de la rama de los Filangieri, el Feudo pasò a los Zurlo de
Napoles y a los Della Tolfa di Serino y despuès de un breve parèntesis de
autonomìa del feudal (1535-1555), pasò a los Orsini di Gravina que
transfirieron al feudo, el tìtulo de su principado y que lo llevaron hasta la
desapariciòn del feudalismo (1809).
En la historia de Solofra
se encuentra una importante lìnea reinvindicativa por la defensa de sus
actividades artesano-mercantiles, en funciòn antifeudal, que se expresò en un
significativo episodio de lucha ciudadana de oposiciòn a los Orsini (entre el
finàl del S. XVII y el inicio del S. XVIII) y que dirigiò el iluminismo
Solofrano, des embocando en la revoluciòn "partenopea" del año 1799.
Importante
fuè tambièn, la participaciòn en los movimientos carboneros del 1820-1821, con
la formaciòn de cuatro puestos de venta; y a las reinvindi-caciones obreras de
principios de siglo con el desarrollo de una celula socialista que comprendìa
tanto a Solofra como a Santa Agata.
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La
ciudad se caracteriza por la actividad del curtido de pieles, que naciò en ese
lugar como en todas las realidades pastorales; que permaneciò allì por las
favorables condi-ciones ambientales adquiriendo una impor-tancia siempre mayor.
Èsta, en efecto, formò parte de un negocio
especializado en la producciòn y en la elaboraciòn de productos pastoriles -
lana y pieles - , que gravitaba en el mercado de Salerno, y que comprendìa
tambièn los casales de Giffoni y de S. Severino, con los cuales tuvo intensas
relaciones.
Se puede tomar el signo de importancia de la
realidad artesano-mercantìl de Solofra si se tiene presente que, en los
comienzos del S. XVI, tenìa un desarrollo urbano de quince casas, que sobre el
territorio no habìa menos de cuarenta lugares en los cuales se elabo-raban una
gran variedad de productos derivados de la curtiembre, òptimos para la
industria del calzado,
"inpigna,
levantesche", en la elaboraciòn de pergaminos, suelas, "coiramine,
scardese, vache levantesche", de Sicilia, alejandrinos, sardeños, pieles
curtidas "in galla", "di som-macco, de calce, di mortella in
bianco",
se practicaban diversas artes ligadas a la
curtiembre
"de coraria, de mercanzia, de
viaticaria", en la fabricaciòn de calzados y para hacer cuerdas y
"coiramine, de corredare, de far auropelle", para hacer membranas de
papel, para vender lana, para hacer "mortella", para hacer
"summacchi".
A èstas, se deben agregar las actividades
locales "salatura" y elaboraciòn de las carnes "suine" que
surgen en el perìodo longobardo,y el arte del "battiloro", en el cual
los arte-sanos alcanzaron una especializaciòn propia, y particular valentìa.
Se habìa creado un verdadero polo de los
productos de la industria "armentizia", que alimentaba una verdadera
realidad mercantìl.
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Testimonio
de esta condiciòn social y econòmica es la magnìfica "Collegiata di San
Michele Arcangelo", ahora monumento nacionàl, que fuè construido en la
antigua Par-roquia Rural, destruida en los inicios del S. XVI, justamente para
dar lugar a una Iglesia mejor representativa.
Los Orsini se
instalaron con un palacio propio (segunda mitàd del S. XVI), frente a la
"Collegiata" de modo que esta àrea donde surge tambièn nel palacio de
los Zurlo, se califica como el centro històrico màs significativo de la
realidad locàl. Ellos la enri-quecieron con el "Monasterio de S. Marìa
delle Grazie" (despuès S. Chiara), ubicado en la misma zona, y porel
"Convento di S. Domenico" (1644) que con-serva lo srestos de la
feudataria Dorotea.
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PRECIOSO MONUMENTO DE LA ARTESANIA SOLOFRANA ES LA FUENTE DE LOS
LEONES.
De Solofra se han destacado los siguientes nativos: Francesco Guarini
(1611-1651), expresiòn de la pintura del seiscientos napolitano. Gregorio Ronca
(1859-1911), que fuè protagonista de viajes de notable utilidad, y autor de
descubrimientos cientìficos aplicados por la marina italiana. Giusippe
Maffei, representativo autor de la
magistratura Napolitana del S. XVIII, profesor y rector de la Universidad de
Napoles, estudioso de las instituciones napolitanas, tanto que, aplicò
històricamente, en una voluminosa e importante obra, todas las reglas y
costumbres que habìan ido desarrollàndose en el "Meridione". Se
recuerda tambièn a los medicos Fasano (Riccardo, Andrea y Niccolò), que en el
S. XIV fueron expertos en medicina, en la corte "angioina" obteniendo
para Solofra, importantes privilegios economicos. Onofrio Giliberti
(1618-1665), matemàtico astronomo y literato, que formò parte
"dell'Accademia solofrana di Amene Lettere". Gabriele
Fasano (1645-1689), sacerdote y
literato que tradujo en Napolitano "La Gerusalemme Liberato del
Tasso", participando en las relaciones literarias entre Napoles y Firenze.
Costantino Vigilante (1685-1754), obispo de Caiazzo, diò una contribuciòn al
movimiento de renovaciòn puesto en funcionamiento por Carlo III. Massimiliano
Murena (1728-1781), jurista y
filòsofo, autor de importantes obras del iluminismo napolitano. Matteo Barbieri (1746-1789), cultor de ciencias matemàticas y autor de una
escenciàl obra de divulgaciòn cientìfica: "Notizie storiche dei filosofi e
matematici del Regno di Napoli". Felice Giannattasio (1759-1849), matemàtico, astronomo y filosofo. Leonardo Santoro
(1764-1853), medico y cirujano innovador. Antonio Giliberti
(1809-1900), teòlogo y latinista, autor del "Pantheon Solophranum" en
versos latinos, en el cual celebra las glorias locales. Felice De Stefano(1889-1936),
ingeniero naval y director en la primera guerra mundiàl.
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Traduzione
effettuata da Silvina Miretti e Karina Zurlo (Argentina)
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M. De Maio, A las raices de Solofra, Avellino, 1997; Solofra nel Mezzogiorno angioino-aragonese, Solofra, 2000.
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